La primera vez que lo vimos dijimos: “¿Queeeeé?? ¿¿Estos venden pororó con cerveza??? ¿¿Qué onda?? ¿Y encima hay un pororó con gusto a cheddar??”.
Todo medio raro, ¿no? Y ubicado en el epicentro de la muchedumbre pichincheana. Hasta que alguien nos dijo: “Prueben ese pororó que es BÁR-BA-RO”. Así que lo hicimos, y la verdad que tenía razón. Hasta el de cheddar -que lo probamos con desconfianza- nos pareció bueno.
Igualmente destacamos los dulces: chocolate, coockies and cream, y el dulce, a secas (el tradicional de toda la vida). Ojo, porque cuando arrancás no los podés parar de comer. Y acá te damos una recomendación: si te vas a dar una panzada que sea con el dulce tradicional. Si vas a comer moderadamente, comé cualquiera.
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Hasta ahí llegó el pororó. Bueno, en verdad nos quedó una cosa en el tintero. Hay una forma más de poder comer pororó… esto se pone cada vez más original. También te podés comer un candy con pororó dulce. ¿Cóoooomo?? Si, una base de candy de americana, una capa media de pororó con dulce de leche, y un coronamiento de candy, pororó y dulce de leche. Y después ¡A triunfar!
Ahora sí, dejamos atrás el pororó y pasamos a las pizzas. Y acá nos ponemos serios. Bueno, ya éramos serios, un poquito más serios nos ponemos. Porque unx pasa por la puerta, lleno de gente por toda la cuadra, ve que venden pororó, cerveza y demás, y piensa “ah mirá, venden pizzas también”. No, no, no. Estás NO son una pizzas de relleno. Noooo, ¡etoo no é coca papi!
A ver, Hanks es como un local de universo yanqui, neoyorquino. Así que el tamaño de las pizzas viene de ahí (40 centímetro de diámetro). Pero escuchen bien, acá hay un crossover. La pizza de Nueva York que se cruzo con la napolitana; pizza a la Little Italy, podríamos decirle.
Entonces, tenemos una mezcla. De norteamérica tenemos el tamaño, el hecho de que la vendan por porciones y los sabores. Y de Nápoles tenemos la masa, una exquisita mása finita, blanda y elástica, que se puede doblar y comer al estilo italiano, tipo sánguche. Y también de los tanos tiene el borde tipo “cornicione”, que es cuando el borde queda levantado por el aire que se desplaza durante el proceso de amasado. Hasta parece que sabemos, ¿eh?
Bueno, y de toda esta mezcolanza, surge una pizza que –creannós muchachxs– es una maravilla. Una caricia para nuestras papilas gustativas. Hay cuatros sabores fijos: margarita, fugazzeta, cuatro quesos y pepperoni. Nosotrxs siempre vamos con margarita (muzza, cherrys, albahaca y oliva) y pepperoni (unos salamitos suaves que son una hermosura). Y ya nos olvidábamos un dato importante: la masa de la pizza se hace 36 horas antes, artesanalmente, como mandan las buenas costumbres.
Vamos terminando la reseña mientras salimos de esta manija con la que quedamos después de pensar tanto en estas pizzas. Y en la retirada mencionamos las bebidas que se despachan en Hank´s. Lo clásico: cerveza tirada Patagonia y –la distinción– Andes (también tirada, ¡muy bue!); vermut Lunfa (venido de los bodegones porteños); gin tonic; fernet y Aperol Spritz. Todo lo que necesitamos, sin cosas raras. Para cerrar, nos vamos a quedar con la frase que resume el espíritu del local: hacer de lo simple algo distinto; ustedes se habrán dado cuenta.
Jujuy 2238, entre Bv. Oroño y Alvear / Pichincha
Lunes a viernes de 10 a 00:30 hs. Sábados y domingos de 12:00 a 00 hs.
Hacen envíos por Rappi.
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