Rosario está abrazada por el río Paraná, algo que es trascendental en la historia y en la vida diaria de nuestra ciudad. El Paraná nos entrega mucho, y entre lo mucho que entrega está su fauna acuática. Es que los peces de nuestro río le dan a la gastronomía rosarina la posibilidad de destacarse con un producto de excelencia, porque no hay dudas de que un pescado a la parrilla es un verdadero manjar.
Así que para traer una serie de recomendaciones sobre adonde ir a comer pescado de nuestro río volvimos a buscar a nuestro catador de restaurantes, el músico Milton Salvatelli (guitarrista de Budapest , Mata Hari y Soul Food) que llega con data fresca sobre algunos lugares clásicos, otros más nuevitos, y algunos más cuasi escondidos para que tengas en cuenta.
- Bajada España (España y el Río)
Este lugar es un verdadero bodegón de río. Es un clasicazo de Rosario, parada obligada cada vez que un famoso llega a la ciudad y quiera llevarse la experiencia rosarina de comer pescado de río a la parrilla en un lugar sin pretensiones estéticas, pero con mucho sabor e historia.
Ubicado dentro de un club de pesca, cumple con una de esas condiciones sine qua non de los bodegones: cierta dejadez e imperfección en lo estético, con sus paredes tapizadas de individuales con dedicatorias, como esa de Moldavsky que dice: “A veces bajar es mejor que subir. Bajada España es uno de esos casos”.
Lo de bajar es porque este restaurante está ubicado en la costanera central rosarina, debajo de la barranca, pegado al río y a los muelles de pesca. Llegar ya es una experiencia grata, te recibe la Biblioteca del Paraná junto a las viejas vías portuarias. El ascensor que te depositará en el comedor tiene una escotilla circular por donde podés ir apreciando la vista al río (si vas de día vas a preciar mucho más).
Su clásico menú es albóndigas y empanadas de pescado, y pescado de río a la parrilla acompañado de ensalada y fritas. El recomendado de la carta: bastones de armado con semillas de sésamo. Dijo una vez Christophe Krywonis sobre este lugar: “La primera vez que vine a Rosario fui a la Bajada España. Nos sentamos en una mesa toda doblada, vieja, que dije: <<¿Adónde estoy?>>. Pero cuando trajeron la boga con la papa hervida, el limón y la oliva dije <<oh la lá>>”.
- Escauriza (Escauriza y Costanera)
Cerquita del río también, pero en la zona norte, frente a la puerta de atrás del Balneario La Florida, se encuentra otro restaurant clásico dedicado a los pescados de río, en la bajada que lleva el mismo nombre que el restaurant: Escauriza.
Este lugar siempre rebalsa de gente y en gastronomía se sabe que un lugar que tiene gente dispuesta a esperar es un lugar en donde se come muy bien. Tiene una terraza con una vista increíble al río Paraná, también tiene -adentro- una canoa con pescados embalsamados que opera como atracción. A la hora de comer se destacan las rabas a la provenzal, las empanadas de pescado (una entrada ineludible) y -obviamente- los pescados de río a la parrilla como la boga con salsa criolla y mitad parmesano, mitad roquefort; o el surubí con chimi o limón.
- El Dorado (El río entre Pte. Roca y Paraguay)
Uno de los restaurantes de río más nuevitos. Ubicado también en la costa central, barranca abajo, es un lugar hecho a nuevo, muy lindo, elegante y moderno, en donde vale la pena comerse un pescado acompañado de un vermut.
La ubicación es realmente sobresaliente, bien pegada al río, es una experiencia inmersiva en donde te sentás en una mesa y flasheás que estás en una balsa flotando en el Paraná. Cuando el día está lindo lo que va es la terraza, pero si te toca adentro no hay drama porque todo el espacio es bien vidriado, incluso el primer piso es como un mirador, la vista siempre se mantiene intacta. Como dato extra, el lugar está bastante al reparo del viento, algo no muy común en los lugares que están al lado del río.
Pegado, adentrándose en el río, hay un viejo muelle de madera que fue tomado por enredaderas silvestres. En primavera el muelle se llena de florcitas y todo se convierte en una escena sacada de esas películas en donde te dan ganas viajar a ese preciso lugar.
¿Vamos a los bifes? Si bien en la carta, aparte de pescados, también hay pastas caseras y otras carnes, lo que la rompe es el dorado a la parrilla con manteca así como la especialidad de la casa: raya a la chapa… para chuparse los dedos.
- El Canoero (Bv. Brown 694, Victoria)
Si tenés ganas de dar un paseo en auto y andás con ganas de comer pescado, acá tenés un buen plan. Vas a tener que encarar para la zona norte y agarrar el puente porque este lugar queda a metros de Playa Alta, en la vecina ciudad de Victoria.
Es un clásico comedor con especialidad en pescados de río, ideal para un almuerzo de fin de semana, te recomiendo ir temprano para conseguir lugar. Y un destacado: cuentan con rotisería donde podés comprar empanadas crudas para llevar y cocinar en tu casa. La empanada propia de este lugar es la de dorado.
- Mi Casa Restaurant (Pje. Adalio 827, VGG)
Este es uno de esos lugares que tanto nos gustan (dato de color: no tienen Instagram). Para conocer este maravilloso lugar vamos a tener que salir de Rosario porque esta casa de estilo de campo está ubicada sobre la barranca de Villa Gobernador Gálvez, gozando de un hermoso balcón con vista a las islas y al río Paraná y un patio lleno de plantas y flores.
Si bien la boga y el surubí son los platos típicos de este antiguo bodegón, en ciertas ocasiones suele encontrarse pizza al horno de barro o carne a la estaca. Pero verdaderamente se destaca por tener un menú 100% made in río Paraná: empanadas y albóndigas de armado, lomito de surubí a la cerveza, milanesa de armado, y bizcochitos rellenos de boga y verdeo.
El sello distintivo de este hermoso lugar es una antigua cava en el subsuelo con añejos vinos que llegan a datar de 1965.
- Restaurant en barrio Refinería
Este último sale sin nombre porque el dueño nos pidió reserva, pero aquellos que recorren la ciudad con ojo culinario seguro lo van a sacar. Ubicado en el borde del barrio Refinería, frente a Puerto Norte, es un restaurante tirando a bodegón en donde su propio dueño es quien está en la cocina.
Ambientado con características netamente náuticas, en este lugar -que queda en una avenida- se come un excelente surubí al pil pil (salsa con ajo, perejil y puta parió), hecho a la parrilla y acompañado con cous cous.
La simple boga a la parrilla por simple no deja de ser perfecta; y las empanadas de boga al limón van a hacer que solo quieras comer la entrada. Dejando atrás el río para llegar al océano, tanto la paella como los mejillones a la provenzal despiertan fanatismo entre los comensales asiduos.
Ya tenés algo de data, si sos de los que todavía no se entregaron al pescado de río… anímate de una vez, ¡y a #planaxear!