Foto: @nahuelr.photo
No es una propuesta romántica… aunque pensándolo bien podría ser tranquilamente. Si sos del team running sabes que competir de noche no es algo habitual. Podés entrenar de noche, sí, pero las carreras y las maratones son todas de día. Por eso, atenti que en dos semanas se viene la carrera #NocturnaSonderArgentina.
Seguramente conocés a alguien que la haya corrido, preguntale y te va a hablar maravillas de esta carrera. Nadie debería morirse sin correr esta maratón nocturna que nos da la oportunidad de cruzar el ritual de correr con el misterio de la noche. No nos vamos a poner a teorizar sobre la noche, ya sabemos que es hermosa, se va la luz del sol, se prenden las luces de la calle, se iluminan los edificios y todo se ve con otros ojos.
Está bien que vas a estar corriendo y no turisteando, pero igual todo se disfruta. Vas salir desde el Monumento a la Bandera, que obviamente va a estar iluminado con los colores de la bandera, y también vas a pasar por algunos de los tesoros de la ciudad, todos iluminados, claro.

El primer edificio de la Aduana fue construido en 1874. En 1938 lo ampliaron y remodelaron fuertemente, dándole un estilo francés. Foto: Vanzini Propiedades.
El Parque España, con sus toneladas de ladrillos, desde 1992 es un hito de la ciudad, un regalo del Gobierno español. Vas a correr por el Tunel Illia; pasar por la vieja Estación Rosario Central, con su hermosa torre del reloj; por la bajada del Huerto con la Bajada de los Maestros; por la ancha Avenida Belgrano; vas a pasar a los pies del edificio de la Aduana; a contemplar la grandeza del bajorelive esculpido por Lucio Fontana (El Sembrador) y vas a apreciar desde abajo el comienzo de la Avenida Pellegrini en formato de bajada adoquinada.
Aparte de está mirada más romántica del asunto, esto de participar de una carrera nocturna también tiene otros beneficios. Uno de los más importantes es el clima, correr en verano sin el calor del día, sin que te mate el sol. Y vamos con otra linda: en una maratón común te levantás temprano, corrés, y después te vas a desayunar. En cambio, después de correr la nocturna todavía estás tiempo de salir a planaxear, a comer algo, a tomarte una birra por ahí… ¡nada mal!
Acá te dejamos un poco de data sobre algunos de los lugares mecionados:
- Monumento
El Monumento Nacional a la Bandera tiene un estilo arquitectónico clasicista racionalista, propio del movimiento moderno, y simboliza una gigantesca nave patria avanzando hacia el río y el mar. Fue diseñado por el arquitecto rosarino Angel Guido, junto al también arquitecto Alejandro Bustillo y los escultores Alfredo Bigatti y José Fioravanti (el mismo que esculpió el lobo marino de Mar del Plata). Se inauguró en 1957, pero su piedra fundamental se había colocado en 1898, sólo 59 años antes…
- Tunel Illia
Fue originalmente un túnel para que el tren de cargas llegue al puerto. Fue inaugurado en 1886, también de ladrillos y de estilo inglés. Los huequitos que todavía se pueden ver a los costados se llaman guarda hombre y servían para que las personas pudieran refugiarse ahí cuando pasaba el tren. En 1968 dejó de pasar el tren y se utilizó como depósito. En la década del 70 se instaló un famoso boliche, “Tunelmanía”, lugar en que Sergio Denís se pegó un porrazo al caerse del escenario. A fines de los 80 se transformó en la continuación de la Avenida Illia.

El Tunel Illia fue primero un tunel ferroviario, después un boliche, y ahora un tunel vial.
- Torre del Reloj de la exestación de trenes Rosario Central
Este es el reloj público más viejo de la ciudad. Fue puesto en funcionamiento en 1871. La exestación de ladrillos vistos, construida por los ingleses, data de 1865. Su hermoso reloj de cuatro cuadrantes se ve desde todos los puntos cardinales. También la han llamado “Torre de los Ingleses”.

La Torre del Reloj de la exestación de trenes Rosario Central, también llamada “Torre de los Ingleses”.
- Bajada del Huerto
Esta bajada tiene mucho para llenar nuestra visual, bordea el Parque España y, cuando termina su parte de barranca, nos da una hermosa vista del río, siempre bajo la sombra de sus dos hileras de jacarandás. El detalle estilístico de la bajada son sus barandas de ladrillo y cemento, su sello distintivo.

Las barandas de ladrillo y cemento de la Bajada Del Huerto son uno de sus distintivos.
- Fuente de las Utopías
Esta fuente de alta factura no estuve siempre en lugar adonde está hoy. Fue construida en la década de 1920 por el inmigrante italiano Carlos Righetti. Primero estuvo en la casa de su familia, cuando se demolió la casa pasó a La Rural, y en 2004 se mudó a su lugar actual. En la cima se puede ver a un pescador que capturó una sirana con una red y anuncia su captura con un caracol. De esa utopía que representa viene su actual nombre.

La Fuente de las Utopías cuenta una mitología acuática.
- El Sembrador
“El Sembrador” es un bajo relieve obra de Lucio Fontana y Osvaldo Raúl Palacios. En realidad es la tapa de un viejo túnel ferroportuario que funcionó hasta 1898 y servía para subir carbón desde el puerto hasta la estación Ferrocarril Oeste (lo que hoy es el Centro Audiovisual Rosario, en el Parque Urquiza). La obra de arte tiene 9 metros de alto y 8 de ancho, y está integrada por treinta placas constituidas por una mezcla de cemento con arena gruesa, vidrio molido y óxido de hierro, que le da la coloración rojiza. Se inauguró en 1943.
- Bajada Pellegrini
Pellegrini es una de las calles más importantes de Rosario, y como todo, tiene un inicio. Cortando al medio la barranca del Parque Urquiza, separando Barrio Martin con República de la Sexta, esta avenida adoquinada tiene su gran encanto. Primero se ve un puente peatonal que la atraviesa. Y más allá vamos a ver una columna, en el cantero central, que no tiene mucho sentido. Esa columna antiguamente era el apoyo del túnel del Ferrocarril Oeste, hoy es el último vestigio de esa historia.

La bajada Pellegrini divide Barrio Martin de República de la Sexta.