#CazadorxsDeIrupés
¿Estás para un cuento?, ojalá que sí porque este cuento está muy lindo. Dice una leyenda Guaraní que una piba se enamoró de la luna y estaba tan llena de amor por ella que con el fuego de la pasión salió a buscarla. Hacía todo lo posible para alcanzarla, treparse a los árboles, sierras y montañas, pero nunca la alcanzaba.
Ya prácticamente sin fuerzas, una noche mientras miraba una laguna la vio reflejada en el fondo. No dudó, se lanzó de cabeza y nunca más apareció…Los guaraníes cuentan que su Dios, Tupa, la transformó en una flor hermosa y que sus hojas tienen la forma del disco lunar que mira hacia lo alto en procura de su amada. ¿Podrán?
Más allá de las leyendas y mitos, lo concreto es que la flor de Irupé es un tesoro del río Paraná, una flor bellísima de dimensiones alucinantes y lógicamente, difícil de encontrar, como cualquier tesoro.
Los aficionados al río, las persiguen, esperan, reman, cruzan, caminan y flotan en su búsqueda pero pocos son los afortunados. Planaxia te trae una doble solución: la primera, una galería de fotos de la protagonista, florecida frente a nuestras costas; la segunda, te tiramos algunas coordenadas en donde aseguran haber visto a la doncella guaraní.
En la ficha técnica de la botánica universal aparece como Victoria Cruziana, pero por acá sale simplemente como “Irupé”, también lleva otras denominaciones -atenti con la última-: “Plato sobre el Agua” o “Lo chato que trae el agua”, je.
Nos cuenta un testigo y conocedor de ellas, Pablo Picard, que las semillas de la planta vienen bajando desde el norte para instalarse y florecer entre febrero y marzo por nuestros pagos.
Busca instalarse en lugares serenos y tranquilos, cuando se siente a gusto, tira su raíz -que llega hasta el fondo de las lagunas del río- y ahí se forma la planta para que florezca.
¿Dónde es probable encontrarla? En la laguna El Saco, en la laguna La Carlota y algunas veces en El Embudo.
Características:
– Las hojas son redondas, pueden llegar a medir hasta 2 metros de diámetro y están dotadas de un reborde perpendicular de hasta 15 cm de alto, el mismo impide el ingreso del agua, lo que le permite sostener grandes pesos
– La superficie es de un verde brillante, mientras la inferior, que está en contacto con el agua, es rojiza y está surcada por una red de nervaduras llenas de espinas.
– Estas plantas producen calor, sí, se llama termogénesis y está relacionada con el mecanismo de polinización y tiene como fin realzar el aroma de la flor para atraer a los polinizadores.
– ¿A qué huele? Dicen que tiene un toque de ananá.
– Solo florece de noche y vive dos días. Es grande y de pétalos blancos en el día de su aparición, que poco a poco van tornándose rojizos.
– Y casi como la calabaza de la Cenicienta, apenas amanezca el tercer día, la flor se cerrará y sumergirá. El fruto, que madura debajo del agua, es carnoso y cubierto de espinas.
– Numerosas semillas flotan en la superficie del agua un cierto período de tiempo, facilitando su diseminación y finalmente se sumergen en el fondo esperando ocasión propicia para germinar y multiplicarse .
– Debido a que las semillas pueden comerse tostadas, recibe el nombre de ‘maíz del agua’.
Y ahora sí, mucha suerte, ¡cazadores de Irupés!