El Parque de la Independencia se inauguró el 1 de enero de 1902, pero no se hizo todo de un solo saque, se fue armando por partes. Recién para 1915 se diagramó y construyó el Rosedal, aunque en ese entonces llegaba poco más que a la mitad de la extensión actual.
En 1929 la colectividad española -en conmemoración de un falso cumpleaños de 200 años de Rosario- le regaló a la ciudad una magnífica fuente de azulejos revestida con 8 mil piezas de cerámica de Talavera de la Reina, una de las regiones más características de España dedicadas a trabajar este material tan hermoso. Cuando se instaló la fuente (que hoy está en etapa de eterna restauración) se agrandó el Rosedal hasta alcanzar su tamaño definitivo.
Pasaron varios años hasta que en la década del 40 se hicieron el pequeño lago que hay en ese sector del parque y la fuente en desnivel. No hay mucha data certera, pero nuestros informantes calificados nos indican que se supone que con la tierra que extrajeron de esos dos lugares se armó una pequeña montañita.
En 1942 se coronó esa montañita con una glorieta adornada con cerámicos con diseños celestes y amarillos similares a los de la Fuente de los Españoles. Se la llamó Mirador del Rosedal y es un excelente lugar para mirar en perspectiva el diseño de los jardines repletos de rosas.
En algún momento, no sabemos si por 1942 o cuando, plantaron una bignonia, una enredadera que copó la pérgola del techo y que hoy está repleta de flores naranjas. Pegate una vuelta, sentate en los bancos revestidos en cerámico que están alrededor del templete y disfrutá las vistas del parque.
A #planaxear en naranja #CazadorxsDeBignonias!!!
Gracias Nina Onocko y @Adrian D´alessandro por la ayuda de siempre.