Con el verano a cuesta miramos para todos lados a ver donde podemos ir para pasar el calor con más swing. Encerrados con aire acondicionado, ventilador o turbo… puede ser, pero eso es medio aburrido. Pileta de material, de club, de fibra de vidrio, pelopincho… ahí ya va queriendo. Las playas de la Florida… ahí ya no acercamos. Pero no hay nada de todo eso que supere una de las experiencias más rosarinas de todas: cruzar a la isla (más bien las islas, porque son un millón) para disfrutar del río y la naturaleza casi virgen.
La isla es grande y hay paradores para todos los gustos; hay lugares como para lxs que quieren descansar alejadxs de todo, oyendo el ruido de la fauna silvestre… y también hay para lxs que quieren meter conga a morir, trasladando el boliche a la isla. Y en el medio de esos dos extremos hay una amplia gama de matices. El grueso de los paradores están a la altura de Alberdi, pero también tenemos en el centro, a la altura del Monumento.
Vale aclarar también que las islas no pertenecen a Rosario sino que son entrerrianas, forman parte del municipio de Victoria; aunque no sería mala idea expropiarlas (no, mentira, mejor dejemoslás como están). Pero claro, todos estos paradores son disfrutados casi en exclusividad por quienes cruzan desde la orilla de nuestra ciudad, que es la más cercana.

Volviendo a la primera clasificación de los tipos de paradores (la dicotomía calma-joda) podemos hacer un poco de generalización y decir también que por lo general lxs que llegan a la isla en kayak buscan más tranquilidad y lxs que llegan en lancha particular buscan más cachengue (bueno, ni hablar lxs que llegan en moto de agua, esxs directamente quieren una fista rave). Moto de agua versus kayak es quizás la rivalidad más pronunciada del Paraná.
La otra forma de llegar, si no tenés embarcación, es con las lanchas que cruzan desde Costa Alta, desde la puerta sur de La Florida (donde están los pescadores) y desde la Estación Fluvial, en el centro. Arrancan a la mañana y el último viaje de vuelta es a las 19 hs.
A continuación les pasamos esta selección #planaxera de paradores, para que elijan el plan que más les pinte. Si quieren data más fina no dejen de chequear el Instagram de La isla Rosario que la rompe o sino directamente al de los paradores. Abajo de todo colgamos el mapa que armamos con todos los paradores que mencionamos a lo largo de la nota.
- Varsovia: de los de zona norte que están sobre el canal principal del río es el más alejado. Es tranquilo (salvo cuando hacen alguna fiestita, aunque ahora no están haciendo por el covid), tiene mucho verde, tiene parrillas, cancha de vóley, se puede acampar, tiene un bar con minutas, cervezas y tragos (pidan el vermut Varsovia). Se destaca por la buena música que ponen. Cobran estadía y no permiten bajar con heladeritas. Es ideal para comer un asadito en un ambiente bien natural y con muchos árboles.
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- Isla Verde: es el más clásico y antiguo de los paradores en pie. Queda bien en la punta norte de la isla La Invernada, muy cerca del puente a Victoria. El lugar es privilegiado porque tiene balneario en las dos costas (el Paraná y El Embudo). Ofrece de todo, es muy grande, convoca mucha gente, se arma cachengue popular: mucha cumbia y fernet. La playa es uno de sus fuertes. No cobran estadía, se pueden alquilar parrillas y también se puede acampar.
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- La Pulpería del kayakista: uno de los clásicos para los amantes de la tracción a remo. Sobre el canal principal, tiene muchos árboles, mucha arena, lindas mesas y también es multitudinario. De los paradores de kayakistas es el que más joda tiene y por eso mismo, la música fuerte. Si buscas relax, no es acá. También tienen cancha de vóley. En el bar venden birra artesanal y buenos sánguches (torpedo, de lomo y de milanesa). No se puede acampar ni llevar bebidas. No cobran estadía.
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- Los Pagos: es uno de los elegidos últimamente por los kayakistas. También tiene camping y hostel así que es bastante completito. El ambiente es tranquilo y en el bar hacen buena comida casera, en donde se destacan las empanadas de pescado. Hay cancha de vóley y de fútbol tenis. No se puede llevar bebida y no te cobran estadía.
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- Windkook: se puede decir que es el parador más “profesional” que hay. Todo es de primera acá, hasta tienen dos lanchas propias. El fuerte que los hace imbatibles es que invierten mucho en generar la playa, por eso aunque la zona esté barrancosa ellos tienen una playa con una arena envidiable. Suelen armar jodas, con bandas y demases. No podés llevar bebida ni tampoco acampar. Hay canchas de lo que quieras.
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- Ecocamping Los Benitos: este es uno de los paradores que está en el Paraná Viejo. Tiene una zona de reserva natural por donde se puede hacer senderismo que realmente está muy piola. En este momento no podés llegar hasta su muelle en lancha por la bajante, pero si caminás unas cuadras llegás. No es de los más baratos pero es ideal si querés acampar o alquilar los dormís buscando tranquilidad real. Para comer, las vedetes son los bastoncitos de raya y los de surubí.
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- La casita de d’enfrente: otro de los preferidos por los kayakistas, un hermoso lugar. Este el parador más pañuelo verde de la isla y por eso aclaran que quien quiera puede andar con los pechos al aire, no solo los varones. Hay muy buena onda, buena música a volúmenes compatibles con el relax y un ambiente rockero. Hay muchos árboles, cancha de vóley, parrillas, se puede acampar (si acampás podés llevar bebida) y a la noche se arma un terrible fogón. No se paga estadía.
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- Puerto Pirata: bien enfrente de Granadero Baigorria, se puede decir que este es uno de los paradores más cremosos de la isla. Conocido por sus fiestas donde predomina la música electrónica y los espumantes, Puerto Pirata tiene una linda playa. No hay taxis náuticos que te lleven, solo podés llegar con tu propia embarcación. Se puede llevar bebidas pero la estadía es paga. No se puede acampar y sus pescados a la parrilla están muy pero muy bien.
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- Rancho aparte: otro parador en la preferencia de kayakistas. Ambiente tranquilo (no podés llevar parlantes). Hay parrilleros, hay canchas de casi todo, hay tela, la cinta para caminar colgado, metegol, etc. Se puede acampar. Tiene un rancho con una linda terraza con sillones. En el bar se destacan las salchipapas. No se puede llevar heladerita.
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- El corazón verde: otro que está sobre el Paraná Viejo. Un lugar hermoso, con césped y playa y un bar que cocina comida realmente de calidad. Para colmo, hasta marzo, los fines de semana la gente de Cuadra Bistró está cocinando acá, así que ya se imaginan como es la calidad de la comida. Acá no se puede acampar, y no te cobran estadía. La lancha que te trae sale desde Costa Alta. También lo alquilan para hacer eventos.
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- Dejavú y Sudestada: ahora nos vamos para la zona céntrica, más precisamente al hermoso Banquito de San Andrés (banquito de arena, claro). Desde el muelle de la isla, para la izquierda tenemos Dejavú y para la derecha Sudestada. Este último tiene un ambiente más juvenil y más de jolgorio; en tanto que el primero es más tranquilo y se destaca por tener un bar de donde salen buenos platos, la boga despinada es la especialidad. Los bares de los dos paradores tienen terrazas con vistas zarpadas al Paraná y la ciudad. Obviamente las lanchas salen desde la Estación Fluvial.
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Bueno, esa es nuestra selección. Tengan en cuenta que hay muchos más que también son muy buenos. La isla es gigante y esta llena de recovecos hermosos. Tengamos en cuenta que al Paraná hay que respetarlo, andando con cuidado y sin poner en riesgo a terceros. En la isla hay que ser muy cuidadosxs cuando prendemos fuego y también hay que volver con la basura que generamos.
Ahora así, a #planaxear por las islas!!
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