Su voz, un sello distinguible. Su impronta sobre el escenario, única. Parecía una tarea imposible ver en escena a un hombre parado con una carpeta en mano, un micrófono sobre el escenario a oscuras y emprender el desafío de sacarles una sonrisa. Y Marcos Mundstock lo lograba. Falleció uno de las caras más queridas de la Argentina, de la lengua española, a los 77 años víctima de un tumor cerebral.
A principios de este año, se anunció que Mundstock no formaría parte durante la gira “Les Luthiers: Gran Reserva” debido a su problema de salud. La enfermedad lo aquejaba hacìa tiempo y en 2019 tuvo que bajarse de los escenarios internacionales e incluso de la presentación anual en nuestra ciudad. Justamente, ayer, por sus cuentas en las redes Les Luthiers comunicaba la suspensión de la flamante gira “Màs tropiezos de Matropiero” que los traía una vez más a Rosario.
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Mundstock, quien escribió el personaje de Johann Sebastian Mastropiero, fue el “luthier” que no tocaba instrumentos pero tenía tremendo “caño” para entonar estrofas, cuentos y remates elegantes como pocos cómicos han hecho en la historia del humor. El público sabía cómo iba a terminar esa noche cuando el humorista atravesara el telón para hacer su scketch personal, riéndose seguro, pero el transito hasta ahí era una las experiencias más maravillosas y misteriosas que el teatro puede dar.
El año pasado lo vimos haciendo un gran trabajo en “El Cuento de las Comadrejas” con Oscar Martínez y Graciela Borges. Porque hizo cine, television, con la misma ductilidad y prestancia con la que solía al llevar el smoking desde 1967.
Las historias que contaron desde la década del 60 hasta la actualidad marcó a muchas generaciones en los países de Hispanoamérica, hoy gracias a YouTube, pero muchxs llevaron las canciones de “Les Luthiers” como banda sonora de la vida dandole play al vinilo, cassette o VHS que recopilaba los mejores recitales del grupo argentino.
Nuestra forma de recordarlo es con una visita al Teatro Fundación Astengo, lugar que la banda usó como plataforma para estrenar sus obras asegurando que Rosario es la plaza más difícil del país, sea verdad o no, Marcos nos robaste todas las risas con mucho gusto, por eso queremos recordarte así:







