La actual Sede del Gobierno de la Provincia es sin dudas uno de las más grandes demostraciones de prepotencia arquitectónica que tiene Rosario. Construido en 1916 con estilo neoclásico alemán, originalmente como Jefatura Política, es uno de esos edificios que imponen respeto con solo mirarlo, transmitiendo una sensación de fuerza y de objeto indestructible. ??
El edificio ocupa la manzana entera comprendida por las calles Santa Fe, Moreno, San Lorenzo y Dorrego, y está repleto de ornamentaciones, detalles y sorpresas, tanto en su fachada como en su interior. ❇️
Pero sin dudas el sector más majestuoso de todo el edificio es la entrada principal por Santa Fe, una escalinata de mármol, con puertas gigantescas de hierro, pisos de baldosas calcáreas, lámparas de bronce y… la joya del lugar: el vitral con el escudo de la provincia hecho por el taller que más vitrales hizo en la ciudad, el de del catalán Salvador Buxadera.❤️??
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Lo dice la firma pintada sobre uno de los vidrios celestes del vitral: “Buxadera, Marimón y cia. Gral. Mitre 1169. Rosario”. José Antonio Marimón había ingresado al taller de Buxadera en 1906, con solo diez años de edad, trabajando allí hasta su jubilación en 1960. Este taller tiene otro motivo para ser célebre en la historia: por allí pasó como aprendiz, a los diez años, nada más ni nada menos que Antonio Berni. ¡Que datito eh! ???
“Este vitral tiene un lenguaje coherente con la arquitectura del siglo pasado, presenta las características propias de un vitral clásico con vidrios traslúcidos, de color y pintados a baja temperatura con estructura de plomo”, explica Georgina Bürgi, artista encargada de restaurar el vitral en cuestión, dos años atrás. ??️
“Estaba en muy mal estado –cuenta la restauradora-, la estructura de plomos se había vencido porque las placas son demasiado grandes, estaba curvada para afuera. Le pusimos refuerzos metálicos y cambiamos algunos vidrios faltantes”.
Como explica Silvina Zicari en su libro “Los vitrales de Rosario”, gran parte de las casas construidas en nuestra ciudad entre 1900 y 1930 tenían vitrales, la mayoría hogares de clase media. Casi la totalidad de estos vitrales salieron del taller de Buxadera. Pequeño aporte a la ciudad, ¿no te parece?
Se supone que viste el escudo al menos una vez en tu vida, ¿no?