La pareidolia es la capacidad del cerebro humano de ver formas y figuras específicas en donde en verdad no las hay. ¿Quién no se tiró alguna ve panza arriba y se puso a encontrar caras y formas entre las nubes? Bueno, algo así le pasó a la artista plástica rosarina Fabiana Imola al ponerse a mirar unas maderas que le habían sobrado de la construcción de su estudio.
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[Muestra “Escrito en la madera” – Inauguración: jueves 5 de octubre – 18.30 hs – Espacio Multicultural de San Cristóbal – Curaduría: Guillermo Fantoni]
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Sucedió durante la pandemia, se puso a trabajar en su recién terminado estudio de 1° de Mayo y 3 de febrero, a dibujar, y de pronto se le acabó el papel… Lo que sí tenía, y en cantidad, eran fenólicos de la obra. Así que automáticamente el centro de la atracción fueron esas maderas: se las puso a observar y emergió una especie de epifanía. En sus vetas y nudos aparecía un mundo con vida propia, inexplorado, fue como abrir una caja de Pandora. “Me empecé a enamorar de esas vetas”, cuenta.
Los nudos y vetas de esas maderas le hablaban, le mostraban historias, caminos. “Me enamoro de esas vetas y las empiezo a pintar, las empiezo a recorrer con distintos colores de tintas, empiezo a trabajar la gama de los ocres, de los naranjas, de los verdes, un poco siguiendo el color de los árboles y las maderas, y que iba surgiendo, apareciendo. En algunos hay óleo, oleo diluido, tintas, acuarelas, distintos materiales”, profundiza.
Esas obras son las que repletan la sala del Espacio Multicultural, en donde las pinturas colgadas en las paredes juegan con pedazos de madera en estado salvaje, colocadas en el piso a modo de instalación. La más grande de esas maderas es una raíz traída desde el río Gualeguaychú (una larga historia, andá el jueves, tomate un drink, y decile a Fabiana que te la cuente) que luego fue sometida a un proceso de fosilización. “La rama tiene unas formas maravillosas, puede ser un dragón, parece hueso…”, termina la artista.
En fin, esta es una muestra que tranquilamente podría llamarse “Flasheando con las maderas”. Andá y flasheá vos también.
Se puede visitar, desde el viernes, de lunes a viernes, de 10 a 19 hs, hasta el 1 de diciembre. Es completamente gratis.