Durante más de 30 años (cerró definitivamente en 2009) el carrito Veracruz fue uno de los símbolos de una Rosario muy distinta a la actual, más provinciana, con un Pichincha que estaba en el olvido de la diversión y con muy pocos bares sobre la costa.
En ese ambiente existió Veracruz, que más que carrito era un bar porque tenía amplias dimensiones. Quizá el uso de chapas en la fachada y la estructura, sumado a que despachaban principalmente minutas, más las sillas y mesas desparramadas por el Parque de la Bandera terminaron haciendo que la gente lo llame carrito.
Bien enfrente del Monumento a la Bandera unx podía pedirse un lomito, un cono de papas fritas y un chopp disfrutando del principal monumento de la República Argentina. Entrado en años, durante los 90s, ya podía verse una estructura de trabajo tipo fast food, pero manteniendo los productos de siempre.
Sin embargo, el mayor éxito de Veracruz fue cuando empezó a operar como un lugar de juntadas conexo a la zona de bares y boliches del bajo. Clientes de bares como Lluvia, Pasaporte, El Elefante Blanco, La Casa del Bajo o San Telmo se acercaban hasta el carrito. Hablamos de los recordados años 80.
Veracruz se transformó en el lugar de previas antes de entrar al boliche o los bares con roce. Era común en verano ver sus mesas y sillas plegables desparramadas por el parque con distintos grupos de amigos preparándose para la posterior faena.
A un lado el Monumento, al otro el río Paraná, y con el escenario de la siempre ancha e impactante Avenida Belgrano, Veracruz estaba para más. Después del boliche la gente quedaba manija y volvía a Veracruz a terminar lo que había quedado sin final. Era una especie de after de aquel entonces.
Pero el carrito todavía tenía más para entregarle a la juventud. Cuenta un personaje asiduo a la zona de boliches que “fue tan grande el éxito de Veracruz que después se iba directamente a levantar. Entonces se puso de moda y vos caías tipo 11 y era un gentío, muchas minas, muchos tipos y daba para el levante. Hasta la mañana hemos estado”.
Notarán los noctámbulos de varias generaciones más adelante que este último detalle hace recordar al after de Willie Dixon, allá por la década del 2000, cuando muchxs iban directamente tipo 4 AM, para llegar bien preparado al post.
Bien saben ustedes que las llaman a veces se apagan, y los vaivenes de Rosario y su noche fueron llevando a Veracruz a un lento ocaso que culminó allá por abril de 2009 cuando finalizó la concesión de ese espacio público y la Municipalidad decidió demoler el bar para remodelar toda esa zona de parques y galpones.