Finalmente Un crimen argentino llegó a HBO y pudimos hacer las capturas de pantalla que tanto buscamos infructuosamente. La peli está basada en la primera novela de Reynaldo Sietecase, que lleva el mismo nombre, y fue filmada casi en su totalidad en Rosario.
Es una gran película, que cuenta una historia real, la desaparición -en 1980- del empresario rosarino Jorge Salomón Sauan (en la peli se llama Gabriel Samid) luego de tomar unos tragos con el abogado Juan Carlos Masciaro (en la peli Mariano Márquez).
Y como está filmada en nuestra ciudad todos los que la vimos jugamos a desentrañar cuáles son las distintas locaciones que aparecen. A continuación nuestra selección con los mejores lugares de la peli.
Motel Gato Negro (Circunvalación y Martinez de Estrada)
Si no fuiste, lo tenés que haber visto alguna vez porque su fachada con silueta de cabeza de gato es un detalle que no se le puede pasar por alto a ningún rosarinx que haya transitado la Circunvalación. Es un histórico motel de ruta que sigue con sus puertas abiertas al placer carnal.
Sede de Gobierno Provincial, ex Jefatura (Santa Fe 1950)
Las escenas de interrogatorios y torturas a Márquez son en este edificio, que se inauguró en 1916 con un poco común estilo neoclásico alemán, y que durante mucho tiempo fue Jefatura de Policía. Durante la última dictadura militar hubo un centro de detención ilegal en uno de sus sótanos. El vitral con el escudo de Santa Fe que decora el fondo de las escalinatas principales es una obra de arte que tiene la misma cantidad de años que el edificio.
Arroyo Saladillo y Av. del Rosario
Quizás sea la rivera olvidada de la ciudad, pero aún así la desembocadura del arroyo Saladillo en el río Paraná no deja de tener su encanto, con sus astilleros, barcos abandonados y sus puestos de venta de pescado. No es turístico, es cierto, pero si nunca fuiste tenés que llegarte hasta este rincón de la zona sur. En la peli, un vidente dice que allí descansan los restos de Gabriel Samid.
Plaza Santos Dumont (Alberdi)
Una de las grandes plazas de la ciudad, sobre la barranca de Alberdi, y con unas arcadas de ladrillo que hacen las veces de ventanas y ofrecen unas vistas de otro planeta hacia el Paraná y las islas. Acá se organiza uno de los pagos que exigen los secuestradores mientras Central y Ñuls disputan un histórico cásico eliminatorio.
El Diablito Bar (Maipú 622)
Al Turco Samid se lo ve por última vez con vida saliendo de la whiskería Scorpio, así la nombran en la peli y así se llamaba en la vida real este local nocturno al que también se le decía “puticlub”. Desde hace unos años en ese local funciona el bar El Diablito, que conserva algo de la decoración original (las paredes y los espejos). Antes de que abra El Diablito funcionó allí un local de tatuajes y fileteados y luego un ciber. En los vidrios detrás de la barra todavía perduran los logos de escorpiones de su establecimiento original.
Club Rosarino de Pelota (San Luis y Alem)
El restaurant señorial en donde el juez el Eldo Juárez (Luis Luque) tiene una reunión recontra tensa con un representante del ejército (Cesar Bordón) no es otro que el Club de Pelota, uno de los reductos más cerrados y elitistas de la ciudad, cuya sede es realmente hermosa.
Galería San Jorge (San Luis 1554)
Una gran galería de calle San Luis, hoy venida a menos, pero que tras su pasillo de acceso guarda un tesoro retro. Es abierta, la podés visitar cuando quieras.
Laurak Bat (Entre Ríos y Santa Fe)
Este es un bar histórico del microcentro que conserva buena parte del decorado y mobiliario de aquella época. Acá se realiza una de las entregas de dinero. Si nunca fuiste es hora de que traspases sus vidrios polarizados y almuerces pensando en esa escena de la peli.
Hipódromo Independencia (Parque Independencia)
Las escenas de la peli rodadas en el hipódromo nos dejan con la boca abierta por la belleza del lugar. Si bien en la vida real el Hipódromo está lejos de su época de esplendor sus paisajes y riqueza edilicia son de una distinción extrema. Andá a visitarlo cuando puedas.