Se nos fue el hombre de las mangas arremangadas y el pelo y la sonrisa blanca. Un buen tipo que tuvo la mala suerte de dar un mal paso.
Desde fines de la década del 60, cuando Sergio Denis debutó (su verdadero nombre era Héctor Omar Hoffman Fenzel, descendiente de alemanes el tipo) hasta el fin de su carrera, nuestro cantante de la sonrisa eterna alternó buenas y malas. Momentos de hits y mucho éxito y momentos de remarla.
Así fue como pateó las calles de todas las ciudades y pueblos del país, sin avergonzarse de nada. Se lo recuerda de traje rosa tocando en los carnavales de Provincial, en el club Unión y Progreso, o en los picnics de la primavera que se organizaban en el Professional Country de Funes.
Y uno de sus recis en nuestra ciudad que más trascendió fue el de 1972 en Tunelmanía (la disco que estaba ubicada dentro de lo que hoy es el Tunel Illia, al lado de La Misión del Marinero). ¿Por qué se la recuerda? Porque esa vez también se cayó del escenario, que era trasparente y no tenía barandas. Sufrió una quebradura y una conmoción cerebral, pero se recuperó igual.
Han contado los dueños de ese boliche que luego del accidente, a pesar de que tenían todos los seguros contra accidentes al día, Sergio Denis no solo que no les hizo juicio sino que tampoco le pidió ningún tipo de indemnización, ni nada. Una anécdota que da la pauta de algo que repite mucha gente: era un tipo humilde y buena persona, su sonrisa eterna no era una cosa impostada para las cámaras.
Tuvo picos muy altos en su carrera, como el tema Te quiero tanto, de 1986, que se transformó en una poderosísima canción en casi todas las canchas del mundo; como el tema que le dedicó a sus hijos, Gigante chiquito, que fue una de las tantas cábalas que usó Bilardo para ganar el mundial de Mexico 86; el haber sido amante de Susana Gimenez en su mejor momento; o su fantástica participación en la película Cara de queso.
Hacer un tema que después sea usado como melodía en un estadio de futbol no es moco de pavo, no es para cualquier gil. Así que vamos ir terminando este homenaje #planaxero con las palabras del propio Sergio sobre esta cuestión: “Cuando venís bien con el tema y repetís una frase, eso para la cancha es lo mejor que le podés dar en la vida”. La vida que me das y no me alcanza, no me alcanza. Dibuje maestro. No vamos a parar de abrazaaaaaaaarrte é éee.