El texano Wes Anderson tiene un don: hace lindas películas. Desde su obsesión por la paleta de colores, la prolijidad en los planos, la calidad de los actores elegidos y las tramas, todo lo vuelve combo imbatible. Dueño de un ojo excepcional que ha marcado en sus largometrajes un estilo propio que ya es reconocible en otros directores que no se alberga en una cuestión netamente estética porque sus historias llevan humor, nostaglia y una buena dosis de extravagancia.
Life Acuatic. Bill Murray, Owen Wilson, Cate Blanchett y Willem Dafoe, entre otros arman la historia de Steve Zissou, un oceanógrafo interpretado por Murray con “fuerte cercanía” con Jacques-Yves Cousteau, quien planea una venganza contra el tiburón que mató a su mejor amigo en el pasado. El dato sobresaliente: el mundo Bowie interpretado por el brasilero, Seu Jorge.
The Royal Tenembaums. La familia disfuncional que supo costruir un neoyorkino, interpretado por Gene Hackman, que se reencuentra en la Gran Manzana trayendo del pasado y surgiendo del presente una serie de situaciones surrealistas. Ben Stiller, Owen Wilson, Bill Murray, Gwyneth Paltrow es decir la familia de Wes Anderson.
El Gran Hotel Budapest es la penúltima creación del director que nos sorprende con su máximo nivel de obsescion por lo cromático usando como escenografía un viejo edificio europeo. La historia no queda atrás, de las mejores tramas de su filmografía con un elenco admirable: Tilda Swinton, Bill Murray, Adrien Brody, Edward Norton, Jason Schwartzman, Soirse Ronan, Jude Law, Jeff Goldblum. ‘El Gran Hotel Budapest’, Wes Anderson vuelve a utilizar la voz en of como recurso para contar su historia, un recurso que se va volviendo distintivo en su estilo. Cuenta la historia de Gustave H, Ralph Fiennes, un conserje de un famoso hotel europeo en el periodo de entreguerras que se sumerge en distintas etapas de la vida del hotel, mejores y peores.
En fin, para sumergirse en el mundo de Wes solo resta darle play:
Amazon Prime, Cuevana.