Todxs conocemos a Christophe Krywonis, quizás no con el nombre entero, pero si vemos una foto enseguida reconocemos a este exigente cocinero francés, el malo de las primeras temporadas de Master Chef.
Más de una vez se lo ha visto recorriendo algunos locales gastronómicos de Rosario, por eso no sorprendió que hace unos días, en una entrevista que le hicieron en Sonia Marchesi y Nery Bo en Telefé Rosario, Christophe se mostró muy suelto enumerando sus lugares preferidos para comer en nuestra ciudad.
Pero antes, contó algunas otras cosas como por ejemplo, que siempre le sorprende la cantidad de comida que comemos lxs rosarinxs: “Ustedes son tremendos, a mí siempre me agasajan con mucha comida”, contó.
Sobre nuestro sánguche más característico, claro el Carlito, dijo que lo aprueba, pero que le parece raro eso de agregarle kétchup al tostado: “¿A vos te parece?”, preguntó.
Y también contó que está por abrir, en Buenos Aires, una rotisería en donde los pollos se van a hacer en espiedos a leña, como era antiguamente. Esos hornos no se fabrican más, pero encontró una gente, en Rosario, que es la que le salvó las papas y se los está haciendo.
Bueno, vamos a lo importante. El listado de preferidos gastronómicos de Christophe en Rosario:
- “La primera vez que vine fui a la Bajada España (en las barrancas del río, a la altura de España). Nos sentamos en una mesa toda doblada, vieja, que dije: <<¿Adónde estoy?>>. Pero cuando trajeron la boga con la papa hervida, el limón y la oliva dije <<oh la lá>>”. Se sabe que la Bajada España es un auténtico bodegón de río, en donde lo principal es la comida (con la especialidad clara de pescados a la parrilla) y todo lo demás es parafernalia.

La Bajada España, en la costa central, es una referencia obligada en pescados de río.
- El segundo lugar que mencionó Christophe es otro especializado en pescados de río. Seguimos a la vera del río, pero bien en zona norte, en la bajada que tiene el mismo nombre que el restaurant: Escauriza (Escauriza y Costanera, frente a La Florida). Un lugar que siempre rebalsa de gente, con una terraza que tiene una vista increible al río Paraná, que tiene una canoa con pescados embalsamados, y en donde -a la hora de comer- se destacan las rabas a la provenzal, las empanadas de pescado (una entrada ineludible) y -obviamente- los pescados a la parrilla.
-
Escauriza se especializa en pescados y tiene un hermoso balcón con vista a la playa.
Después le llegó el turno al que probablemente sea el mejor restaurant de la ciudad: Refinería (Rawson 443), armado sobre una casa sin ochava que es una de las casas más viejas del barrio con el que comparte nombre. “Es un lugar emblemático de la gastronomía nacional, un lugar maravilloso adonde me gusta venir a cocinar y a comer. Una se enamora de esta gente de Rosario que hace las cosas tan bien”, pavada de elogio.
Acá no recomendó ningún plato en particular, así que tomamos la posta nosotros y mandamos nuestras recos. Este es un lugar para arriesgarse a los platos más extraños, con confianza, para aprovechar a probar cosas nuevas; suele estar todo exquisito. Entre los clásicos de Refinería están molleja con laca cítrica, como entrada; el chuletón, la pesca del día, que siempre está cambiando; y de postre, el strudel de pera con crema helada.

Refinería tiene renombre a nivel país.
- “En El Rosarino (Salta y San Nicolás) voy mucho a comer el sanguche de lomo que tienen -contó también Christophe-; y las croquetas son un manjar”. Como ya lo dijimos en otras notas, este bar es un portal que te lleva al pasado. Si no lo conocés… yendo no, llegando. El Carlito que preparan acá, la versión clásica, está incluido entre los mejores de nuestro ranking planaxero. Perdón Christophe, pero a lxs rosarinxs nos encanta.

El Rosarino es un portal al pasado.
- Finalmente le llegó el turno de una las mejores sangucherías de la ciudad. “Hace poco, después de muchos años, conocí Monreal (Entre Ríos y San Lorenzo), que no lo conocía, fui a comer allá… y el sánguche de anchoa y huevos, chicos… (aplausos)”, dijo el francés. Y claro, sentarse en la barra de este pequeño lugar es una de las experiencias clásicas del centro rosarino, algo que hay que hacer alguna vez para sentir el pulso céntrico de la ciudad. Vas al mediodía, te sentás en la barra y pedis un Pedrito o un Menditeguy, acompañado por una Coca. O claro, este sánguche que recomienda Christohe.

Monreal, en el centro de Rosario, es una de las mejores sangucherías.
- Y de yapa tenemos un plus, un lugar que Christpohe no mencionó en la entrevista pero que sabemos que le gusta mucho, que suele ir, y que incluso terminó incluyendo en su carta un sánguche de origen francés que le prepararon a su pedido (gustó tanto que lo dejaron para siempre). Se trata de la refinada Infinita Panadería (Santiago 217), y el sándwich en cuestión es el baguette jambon beurre, que no es otra cosa que pan, con jamón cocido y manteca, quizás medio raro para nuestra costumbre de meterle muchas cosas a los sánguches… pero es uno de los tradicionales de Francia, así que habrá que probarlo.

Infinita, palabra mayor en panificación sofisticada, en Pichincha.
Bueno, que estás esperando, arranquemos ya con la ruta rosarina curada por Christophe. ¿Por cual empezamos?