¿Cómo que Ramones tocó en Rosario???
Si, claro, aunque una bruma misteriosa recorre la fugaz visita de los fast four a nuestra ciudad, la noche de aquel 16 de noviembre de 1994.
¿Cuál es el misterio? Bueno, casi que no hay material periodístico sobre aquel recital en el Estadio Cubierto. Las canales dicen no tener ningún registro en archivos y solo hay un recorte del diario La Capital en la víspera. Otra: casi no hay fotos del recital; recíen hace un par de años apareció la única imagen de aquella noche de frenesí punkero. Al tiempo apareció otra con los neoyorquinos en la puerta del Sunderland. Vamos con otra mas: lxs que fueron al reci no se ponen de acuerdo acerca de cuanta gente había, algunos dicen 200, otros dicen 2.000… al final daremos nuestro veredicto después de analizar las evidencia.
Dijimos que esto era un misterio… ¡Hasta hoy! Porque unos de los recis más importantes de la historia de nuestra ciudad no podía andar por ahí, perdido en la nebulosa de los recuerdos de cosas intrascendentes. Así que sacamos el piloto y la lupa y salimos a hablar con las fuentes directas, con la gente que fue al Estadio Cubierto, con la gente que se cruzó a los Ramones por la calle, con la gente de la organización… en fin, nos pusimos a investigar, porque somos #PlanaxiaInvestiga (de yapa conseguimos la lista de temas y la armamos en Spotify, mirar abajo de todo).
La única foto del show en Rosario nadie sabe quien la sacó (Gentileza de Sapo Ramone).
Hay varias categorías de rockerxs con respecto a este reci: están lxs que fueron y lo atesoran como uno de sus más preciados recuerdos, lxs que no fueron porque durmieron (y ahora se quieren matar), lxs que quisieron ir pero sus padres no lo autorizaron (que también se quieren matar) y lxs que lamentamos haber nacido tarde como para tener edad de recitales allá por el 94.
Los Ramones ya habían pisado 5 veces territorio argentino. La primer fecha fue allá por el lejano 1987 e inició un relación con nuestro país que claramente se ubicó como el lugar con mayor cantidad de ramoneros en el mundo, transformando al estadio de Obras en el templo indiscutido de la banda de Queens. Lo mas loco de todo es que ni ellos podían creer la ramonesmanía que se vivía en el país. Después de saturar todo acá, volvían a los Estados Unidos a tocar en shows para 500 personas.
Bien, los Ramones eran reyes en Argentina, los intensos fans de por aquí no se guardaban ni un escrúpulo y asfixiaban a sus ídolos que ya medio que temían por sus vidas de tanto amor desenfrenado. Joey (el cantante), por ejemplo, a duras penas abandonaba su habitación de hotel, su refugio ante tamaño caos.
La única nota que se conserva del reci, del mismo miércoles, puede decirse que subestimaba un poca al género.
Pero la realidad es que la banda nunca había salido de Buenos Aires, la fecha en Rosario era la primera en el interior del país, así que las expectativas volaban en la huestes ramoneras rosarinas. Para mayo de ese año la banda ya había estado en nuestro país, tocando primero en la cancha de Vélez y, después, dos veces más en Obras. Para noviembre estaban de vuelta, aunque esta vez no iban a tocar en Capital Federal. La gira había arrancado en Montevideo y seguía en nuestra ciudad para luego rumbear hacia Mar del Plata y Bahía Blanca.
Tengamoslo presente: LOS RAMONES TOCABAN EN ROSARIO. La banda que había inventado el punk buscando revivir -en clave cruda y animal- el espíritu original del rocanrol: Fats Domino, Jerry Lee Lewis, Elvis o Little Richard (prueben pasar a mayor velocidad algunas de las canciones de estos artistas y van a ver como aparece el adn ramonero). Como lo escribió el mismo Johnny Ramone (guitarrista y mano dura del grupo): “lo que hicimos fue quitarle al rock todo lo que no nos gustaba y usar el resto, de manera que no quedaran influencias del blues, ni largos solos de guitarra”. Por aquellos años 70s, el rock se había convertido en una cosa muy sofisticada y alejada de sus orígenes, reinaba el rock progresivo, con músicxs enamorados del estudio de grabación..
Una entrada de aquella noche, arrugada por el pogo (Pogopedia).
Para el 94 habían pasado muchos años desde aquella revolución punk, pero a nuestro país las cosas siempre llegan tarde (y a Rosario aún más tarde todavía), así que no importaba si los Ramones estaban viejos (y gordos en algunos casos); más cerca del ocaso que del fulgor. La cosa es que los tipos venían. Y venían a presentar Acid Eaters, un disco con algunas muy buenas versiones de las bandas que habían dominado los 60s (Credence, Stones, y Who, entre otras).
Hasta acá el contexto del reci, si les parece arrancamos con los detalles. El miércoles 16 de noviembre fue un día feo, nublado, con probabilidad de lluvia e inesperadamente frio para un mes que suele ser caluroso. El show arrancaba a las 21 hs, pero ya desde temprano el Parque Independencia iba entrando en calor. Había varios colectivos que venían de afuera, y cerca del estadio los punkrockers tomaban vino mientras entonaban algunos cánticos.
Unas horas antes, al mediodía, la banda había almorzado en el Sunderland, frente al puerto (hay una foto que lo acredita), donde se fotografiaron con algunos fans. Más tarde firmaron autógrafos a la salida del Hotel Presidente, donde se alojaron. Ahí Johny casi le pega a un fan que lo agarró del pelo (a Johny no le gustaba ni que lo escupan ni que le agarren el pelo); y también a la salida del hotel una seguidara (o seguidor) le arrebató los Ray Ban con aumento a Marky , así que le cagó la vida.
Johnny, CJ y Joey en la puerta del Sunderland, con algunos fans adolescentes (Foto de Matías Larosa).
Cerca de la hora del recital, en el Parque, los más chicos, se asustaban al ver a los punks más reventados que se conseguían en el mercado. “No era nada cheto el recital”, nos cuenta uno. “Había personajes, gente rara, que antes no se veían por ahí. Locos con pelo verde, agujas, crestas”, recuerda otro. Algunos se estaban preparando para hacer lío.
Hablamos con Juan Blanders, encargado de la seguridad de la banda en Argentina, que se las tuvo que ver con la ramonesmanía argentina para que la banda saliera viva de tanto amor desenfrenado. “Eran muy miedosos ellos, vivían en una coraza”. Y sobre el público quilombero: “eran unos pendejos insoportables, en todos los recis pasaba lo mismo, si no se peleaban contra los skinheads querían tirar las puertas abajo para entrar sin entrada”.
Un volante auspiciado por la disquería Music Shop (Gentileza Sapo Ramone).
Pasemos al estadio. Si hay algo en lo que concuerdan todxs los asistentes es que el sonido del Estadio Cubierto fue malo, como casi siempre. “Realmente no estaba a la altura de lo que era un show de Ramones”, nos dice Juan Rodríguez, cantante de Zona 84, banda de la ciudad que por entonces tocaban desde hacía tres años. Su hermano, Guille, guitarrista de la banda recuerda haberse “juntado en el Viaducto e ir hasta el recital parando en casi todos los kioscos a comprar cerveza”.
2 Minutos hizo las veces de telonero, pero fue simplemente una anécdota. El público se cansó de corear el clásico HEY HO LETS GO, grito de guerra ramonero. Hasta que se apagaron las luces y empezó a sonar la melodía de la banda de sonido de El bueno, el malo y el feo, la música de Ennio Morriconi que abría todos los shows de los neoyorquinos. La emoción explotaba, y en seguida se escucho el “one, two, three, four” y arrancaron con el tema instrumental Durango 95, como hacían siempre.
Así arrancaba un show de Ramones en cualquier parte del mundo.
En el escenario, un telón gigante con columnas y el escudo con el águila en el centro. Detrás de Johny y de CJ (bajo), la clásica pared de equipos Marshall. Bien en el medio, como siempre, un gigantezco Joey (en todo sentido), que problemente ya lidiaba con el cancer que 7 años más tarde lo llevó a la tumba. “Verlo a Joey era impactante, por el tamaño y porque parecía enfermo”, recuerda Clauido Joison, uno de los organizadores del show. Como era de esperarse, los escupitajos hacia los músicos no fueron la excepción. Más atrás, Marky, el hombre que toca la batería inclinado hacia adelante, completaba el cuarteto.
Sigamos con lo bueno. Arranca el segundo tema, Tenage Lobotomy. Y ya todo fue pura emoción, pogo, mosh, y alguna que otra cuota de violencia. No era precisamente un pogo manso. Para esa altura “los pendejos insoportables” ya habían arrancado una parte de la alfombra que cubría el parquet y el pogo se había transformado en una tumbadora de gente que se tropezaba y caía.
Después pasaron los más grandes clásicos de la banda: Blitzkrieg Bop, Do you remember r´n´roll radio, I wanna be sedated, R´n´roll Highschool, Commando, Rockaway Beach, Pet cemetary, Poison heart, y algunos otros como el cover de los Doors, Take it as it comes, o Have you ever seen the rain, clásico de Credence (al final de la nota ponemos la lista completa).
Joey dejó el escenario varias veces para entregarle la voz principal a CJ. Pinhead es bien recordada porque apareció la máscara del freak con otro clásico ramonero, el cartel de Gabba Gabba Hey, el juramento con el que los frikis aceptan a los demás frikis (ya sabemos que los Ramones eran todos freaks…de verdad).
Esto sucedía cada vez que tocaban Pinhead: el friki y el cartel de Gabba Gabba Hey.
Los últimos dos temas que la banda tocaría en suelo rosarino -mientras los fanas rogaban al cielo que ese momento se eternice- fueron Chinese rock y Beat on te brat. Y así, mientras carroza ramonera se convertía el calabaza comenzó a sonar la música de la despedida, The ecstasy of gold, también de Morriconi y de la misma película. Fueron 70 minutos de locura única e irrepetible.
“Ahora a la distancia pienso que uno no lo valoró tanto, creo que en el fondo pensamos que iban a seguir viniendo todos los años. Yo creo que fue un show histórico para la ciudad, que marcó un hito por el solo hecho de tener a los Ramones en Rosario. Recuerdo tener ese orgullo de tenerlos tocando acá”, nos dice Juan Rodríguez. Dos años después de aquel reci la banda se separaría para siempre. En 2001 murió Joey, en 2002 Dee Dee, en 2004 Johny y en 2014 Tommy, el baterista y productor de los primeros discos.
Willy Tagliarini, guitarrista de Bulldog también estuvo presente esa noche. Ya se había sacado las ganas unos años antes en Obras, así que esta vez lo disfrutó más tranquilo. “Yo estaba en el fondo, no es que me fui como un loco al pogo, desesperado con la lengua afuera, como sí pasó en Obras; yo la primera vez que lo vi no lo podía creer, estaba como en el aire, One two three four y yo ya estaba ahí, si me pegaban una patada y me desnucaban no me interesaba, moría donde quería morir. Igual creo que Rosario no defraudó, había bastante gente. Disfruté cada canción, increible, increible, verdaderamente increible”, nos cuenta.
La remera del tour con las fechas estampadas en la espalda (Cortesía Sapo Ramone).
ExtraTips
1# La comisión investigadora de #PlanaxiaInvestiga determina, en base al análisis de los distintos testimonios y de la única foto disponible hasta el día de hoy, que aquel 16 de noviembre de 1994, aproximadamente unas 2.000 personas disfrutaron el show de Ramones en Rosario. El público se distribuyo mayoritariamente en el campo y en menor medida en las plateas bajas.
2# El tour se llamó Acid Chaos Tour, y debe su nombre en parte a que Ramones estaba presentando el disco Acid Eaters, y en parte a que en Brasil compartían cartel con Sepultura, quienes presentaban su disco Chaos A.D.
3# Mariano Asch, probablemente la persona que más sepa de Ramones en Argentina (y en el mundo también), nos contó una pequeña anécdota que involucra a un amigo suyo, de la Ciudad de Buenos Aires, y que muestra el fanatismo que despertaba la banda en los adolescentes argentinos. “Para poder sacar la entrada para el reci de Rosario con el micro (n. de r.: esos tours los organizaban el Ruso Verea y la Rock And Pop, de Grinbank) le afanó la videocasetera al padre. Y con la guita que le dieron se fue para allá a ver a los Ramones… sabiendo que cuando volviera a la casa lo iban a cagar a piñas básicamente”.
4# A continuación pegamos la lista de temas (cortesía de Sapo Ramone) y el link a Spotify donde se pueden escuchar los temas en el mismo orden que fueron tocados.
1-Durango 95
2-Tenage lobotomy
3-Psycho therapy
4-Blitzkrieg Bop
5-Rock’n Roll Radio
6-I believe in miracles
7- Shock treatment
8- Rockand roll High School
9-I wanna be sedated
10-Have you ever seen the rain
11-I wanna live
12-Bonzo goes to Bitburg
13-Commando
14-Sheena is a punkrocker
15-Rockaway Beach
16-Pet cemetery
17-Strength to endure
18-The shape of things to come
19-Take it as it comes
20-Something in my drink
21- 7 And 7 Is
22-Wart Hog
23-Cretin Hop
24-Listen to my heart
25-Today your love
26-Pinhead
—-Bis 1—-
27-My back pages
28-Poison heart
29-Happy family
—-Bis 2—
30-Chinese rock
31-Beat on the brat
Planaxia quiere agradecer de corazon a todxs los que se coparon y nos pasaron sus recuerdos, sus tesoros y sus contactos: Sapo Ramone, Baez Records, Chispa Morales, Juan y Guille Rodríguez de Zona 84, al Rata y a Willy de Bulldog, a Rosario Punk, Juan Cruz Revello, Pato Catanneo, Juan Blander, Claudio Joison, Matías Larosa, Román Di Doménica, Fifo Peralta, Bruno Z, Fabián Puchiglioti y Mariano Asch. ¡Gracias por la buena onda!